• El grano de centeno y mijo almacenado en los silos pasa en su trayecto a la tolva de pesado por un circuito que lo limpia de polvo, de grano roto y de semillas extrañas.
  • A continuación, pasa junto con agua a un aparato (reactor) de diseño propio donde se cuece para aumentar el contenido en agua, se esteriliza para la eliminación de bacterias y hongos inferiores, se acondiciona con distintos aditivos minerales, se enfría y se inocula.
  • El inóculo utilizado, de granulometría variada, está crecido con variedades propias no modificadas genéticamente y testado antes de su uso.
  • El grano ya inoculado se envasa en bolsas transparentes esterilizadas mediante irradiación, sobre una cinta móvil en “salas blancas” con aire filtrado y flujo laminar.
  • En esta misma línea se sueldan las bolsas y se imprimen con toda la información necesaria para la trazabilidad del inóculo usado, variedad y puntos clave del proceso.
  • Por esta línea se transportan a salas controladas para su incubación.
  • Las bolsas ya crecidas se enfrían, se agrupan en cajas y se paletizan para su almacenamiento en nevera frigorífica. Cada palet va convenientemente etiquetado con el nombre de la variedad y lote para su rápida identificación.
  • El transporte se hace a una temperatura de 3/4ºC en camiones frigoríficos.